lunes, 26 de octubre de 2009
La fe
La falta de fe es falta de luz, porque la fe es creer en algo aunque no lo podamos ver. Perder la fe es estar convencidos de que eso que no está no va a estar nunca. La fe es una conquista que se pone a prueba todos los días. El que pierde la fe puede perder un juego, aunque lo esté ganando. Si uno pierde la fe se entrega a la muerte. Dicen que la fe mueve montañas, pero una montaña de fe mueve mucho más. Si vos crees en algo, por más que todos te digan que estás loco, no dudes, tenete fe. No hay nada peor que darse por vencido, aún cuando veas todo negro, cuando no veas la salida, cuando creas que no vale la pena seguir creyendo en eso que creías. Seguí, cerrá los ojos bien fuerte y tene fe. Porque el secreto no es una pluma o la magia, el secreto es la fe, fe en la magia. La fe en que tu suerte puede cambiar. La vida va a poner tu fe a prueba una y mil veces, solo depende de cuanta fe tengas en lo que querés, de cuanta fe tengas en vos, de cuanta fe tengas en la vida. Murphy dice que los sucesos fortuitos tienden a suceder todos juntos. Yo prefiero creer que es una cuestión de fe.
La vida que imagine
Cuando sos chicos soñas con lo que vas a ser cuando seas grande, y si te dejan soñar soñas en grande. De grande medís tu vida como un parámetro ¿es mejor o peor de lo que imaginaste? Si soñaste mucho con la vida que querías sabés muy bien lo que querés, y también sabes muy bien lo que no querés, lo que no cuaja con lo que soñaste para vos. Muchos juegos de niños son ensayos para la vida futura. Al imaginar nuestra vida nos convertimos en un personaje de nuestra propia novela. Perseguimos siempre esa vida que imaginamos. ¿Pero cómo se hace para vivir si sabés que la vida que imaginaste nunca se va a concretar? Lo que nos sostiene son los sueños ¿pero cómo haces cuando entendés que eso es imposible? ¿Hay que conformarse con la vida que nos toca? Hacemos lo imposible por ajustar la vida a lo que imaginamos. Ya la vida se resiste, se revela nuestra idea de cómo debe ser. El problema de los sueños es que a veces se convierten en caprichos, querés esa felicidad que soñaste o nada. Cuanto más frondosa es nuestra imaginación, más grande es la decepción. Cualquier detalle distinto a lo que imaginás arruina la felicidad. Duele mucho la realidad cuando sos un soñador. A veces uno cree que lo que duele es la realidad pero lo que duele es el ideal. La vida que imaginás puede ser un sueño, pero también puede convertirse en una cárcel. Imaginar tu vida ideal está bueno, pero que la vida imagine por vos es mucho mejor. A veces hay que dejarse sorprender. La obsesión por el ideal te puede hacer perder de vista lo real, lo verdadero, lo que necesitás, nada está a la altura de un ideal. Si querés concretar tus sueños lo mejor es empezar por matar al ideal. Ojo, no me estoy refiriendo a matar los ideales, sino que hay veces que uno se imagina su vida como si fuera una película, una epopeya heroica, y es muy difícil estar a la altura de ese ideal. El ideal es una luz muy brillante, muy brillante, tanto que puede terminar opacando la realidad. Podés sufrir toda la vida por ese ideal, hermosos, puro, brillante, pero lejano y cada vez más lejano. Hay que poder distinguir los sueños del ideal. Los sueños son pequeñas excusas que nos ayudan a crecer. El ideal es una gran mole de oro que nos paraliza. En cambio la realidad es frágil, endeble, imperfecta, pero verdadera. Porque al final del camino uno puede contar la vida que vivió, no la que imaginó. Entonces mejor que imaginar la vida es vivirla.
Una clase de magia
Magia viene del latín, que a su vez viene del griego, y que significa ser capaz. Ser capaz significa poder desafiar las leyes de la naturaleza y eventualmente vencerlas. Porque quizás ustedes pensaran que el pañuelo puede aparecer de adentro de la manga, o la flor de una manera probable, pero si yo por ejemplo quisiera hacer aparecer una paloma… Como ven yo tengo el poder de lograr lo imposible. Un buen mago tiene la capacidad de hacer creer a la gente que tiene ese poder. Ahora, un mago de verdad es el que cree verdaderamente en la ilusión. No solamente puede hacer ilusionar a los demás sino que él vive esa ilusión cada uno de los días de su vida. Magia es poder ver un mundo que está más allá de lo que ven los ojos. El que no cree en la magia nunca la va a encontrar, nunca podrá ver lo que no se ve a simple vista. Para que exista la magia primero hay que creer. Magia es crear algo donde antes no había nada. Por ejemplo hay un hombre, una mujer, se enamoran y de ese amor nace un ser humano. La pregunta es ¿Alguien de ustedes ha podido ver lo que sucede dentro de un cuerpo humano respondiendo a esas leyes biológicas? ¿Alguien pudo ver que es lo que pasa con esa primera célula que ya tiene vida y que se va a transformar pronto en un ser humano? Nadie. Y sin embargo todos creemos en esos milagros que nos suceden de forma cotidiana como si fueran la cosa más común del mundo. Donde antes no había nada, ahora hay vida. Magia es creer que donde no hay nada podrá haber algo. Nada por aquí y nada por allá, y de repente aparece algo como el amor ¿o el amor no es magia? Los efectos del amor son hormonales, pero yo pregunto por la causa ¿Cómo se puede explicar que donde no había nada aparezca el amor? El amor es encuentro, es una mirada, una caricia, un gesto, es mirar por primera vez a los ojos a alguien o ver por primera vez a alguien que ya conocíamos, y de repente abracadabra, aparece el amor. Millones de cosas mágicas suceden todos los días a nuestro alrededor, solamente para aquellos que pueden verlas. Solo los que pueden ven la magia. Los que no pueden recurren a la ciencia. La magia es una manera de ver la realidad. Simplemente un punto de vista. Uno puede elegir entre ver algo como mágico o buscar una explicación racional, la diferencia es que si le buscamos una explicación racional nos quedamos presos de las leyes de la naturaleza. Yo considero que si crees en la magia vas a poder cumplir tus deseos.
Sobre como no perder la esperanza
La esperanza no es soñar con lo posible, sino con lo imposible. El que tiene esperanza corre el riesgo de que eso que espera nunca llegue. La esperanza es prima hermana de la utopía. Es un brote verde en el desierto. Ahí donde todo está perdido, donde solo hay desconsuelo, desolación, vacío, donde solo hay restos de un pasado que nunca va a volver. Ahí también hay esperanza, porque la esperanza es lo que queda cuando ya no queda nada. La esperanza está hecha de futuro. La esperanza es la que nos va a mantener vivos cuando ya no queden razones para vivir. Por eso es tan importante conservar la esperanza. Yo quiero lo que quiero y no paro hasta lograrlo. Y si no logro mala suerte, el no ya lo tengo. ¿Ahora si lo logro? ¿Si lo logro qué? Para mi querer algo es como, viste cuando uno está en un desierto que lo único que quiere es agua porque se está muriendo de sed. Bueno, y esa esperanza de encontrar el agua es lo que te mantiene vivo, lo que te da ganas de seguir. En cambio si no tenes esa esperanza, te morís muerto. La esperanza, es tener fe en que existen los oasis. La esperanza se conserva con paciencia sabiendo que todo llega, en su momento. La esperanza se conserva con fe, fe en uno mismo y en la vida. La esperanza se conserva con templanza. La templanza es lo contrario a la desesperación, es saber esperar, con tranquilidad, con moderación. La esperanza se conserva usando la razón por sobre todas las pasiones. La esperanza se conserva con ilusión y con fe, con mucha fe en que la vida te va a tirar ese centro que tanto necesitamos para meter el gol.
martes, 13 de octubre de 2009
Que valga la pena
¿Qué quiere decir “vale la pena”? Vale la pena estar vivo. Vale la pena morir por una buena causa. Vale la pena odiar, amar. Vale la pena ¿Qué quiere decir eso? Vale la pena escuchar la verdad. ¿Vale la pena no decir la verdad? ¿Por qué vale la pena? Vale la pena sufrir. Vale la pena ser feliz. Vale la pena una cosa y su opuesto ¿Cómo puede ser que las dos a la vez valgan la pena? ¿Cuándo, cómo, quien? ¿Qué cosa vale la pena? Tal vez valga la pena perder para poder ganar. Tal vez valga la pena caerse para poder levantarse, equivocarse para poder acertar. ¿Vale la pena decir siempre la verdad? Algo vale la pena cuando es mayor el beneficio que el costo ¿Pero cómo se puede estar seguro de eso? El esfuerzo, el dolor, el sufrimiento vale la pena solo si nos hace mejor, si nos hace creer. La vida misma vale la pena de vivir. La vida trae, lleva y deja, dolores, sacrificios, odios, rencores, peligros, preguntas, también alegrías, amores, reconciliaciones, respuestas.
El que rie último
Mas tarde de lo esperado
Las cosas buenas hay que saber esperarlas. Cuando lo que querés tarda en llegar, el deseo crece y ahí tu corazón se prepara para vivir eso que tanto esperás… Hay cosas que llegan más tarde de lo esperado, y eso provoca ansiedad, frustración… Cuando menos lo esperás, es cuando la vida te sorprende y esas son las sorpresas que más se disfrutan… Y cuando uno sabe que lo que está por venir es bueno, esperar no es una agonía, es una fiesta… Saber esperar es saber desear… El deseo se vuelve más fuerte cuando uno se toma el tiempo de desear, porque siente el deseo… Será hoy, mañana, en un tiempo, más tarde…quizás, más tarde de lo esperado… Los grandes momentos de la vida son como un despertar. Los grandes momentos de la vida estan llenos de sorpresas. Los grandes momentos de la vida estan llenos de belleza. Los grandes momentos estan llenos de magia, llenos de ternura, de complicidad. Los grandes momentos de la vida estan llenos de corazones acelerados, llenos de... interrupciones. Los momentos importantes estan llenos de cosquillas, de sudor en las manos, de ilusión. Los grandes momentos de la vida en general, ocurren más tarde de lo esperado. No hay nada de malo en que las cosas que uno desea lleguen más tarde de lo esperado. Cuando lo que querés tarda en llegar, el deseo crece, se fortalece. Y ahí tu corazón se prepara para recibir eso que tanto esperás. Si no estás listo para lo que deseas, es como comer una frutilla verde, es amarga, no la disfrutas. Hay cosas que llegan más tarde de lo esperado, y eso te da ansiedad, frustración, pero por algo es eso. Por algo hay cosas que se hacen esperar. Cuando menos las esperas, quizá cuando ya renunciaste a alcanzar ese deseo, es cuando la vida, el destino, lo que sea te sorprende. Y esas sorpresas son las que más se disfrutan, las que llegan cuando menos las esperas. Las cosas buenas llegan tarde, dan trabajo, esfuerzo, dedicación. Cuando uno sabe que lo que viene es bueno, la espera no es una agonía, es una fiesta. Saber esperar es saber desear. Queremos todo ya, la comida ya, los resultados ya, levantar el tubo del teléfono y que venga un delivery y te traiga la felicidad, ahora. El deseo se vuelve más fuerte cuando uno se toma el tiempo de desear. Si entre el deseo y la realización no hay tiempo, el deseo se vuelve débil, descartable. Asi que será hoy, mañana, en un tiempo, en el momento exacto, más tarde de lo esperado, pero eso es muy bueno.
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