miércoles, 30 de septiembre de 2009

Las puertas del cielo


Siempre estamos buscando eso que nos falta para ser felices… La felicidad son momentos y es la búsqueda constante de la felicidad la que nos mantiene vivos…siempre está “ese algo que falta” Si vivimos amargados buscando eso que falta vamos a estar siempre viviendo la fiesta desde afuera…golpeando las puertas del cielo…. Vivimos buscando eso que no existe…. La amargura de buscar la felicidad y no encontrarla, de estar en las puertas del paraíso y no poder entrar…esa amargura nos hace perdernos la fiesta, la fiesta de estar vivos. Hoy, que estoy más cerca del arpa que de la guitarra, y con la claridad que da esa cercanía, yo quisiera decirles amigos… basta. Basta de vivir así. ¿Saben cuál es el problema? El problema es la obsesión que tienen con la felicidad. ¿Por qué no se dejan de corchar con la felicidad? Todos, absolutamente todos están dele que te dele buscando la felicidad ¿Y qué es lo único que encuentran? Amargura. ¿Por qué? Porque esa felicidad que tan obsesionados están buscando es lo que los está torturando en verdad. Viven amargados buscando ese algo que les falta, ese algo que no tienen, ese algo que de tenerlo los haría más felices. Viven en las mismísimas puertas del cielo, siempre ahí a punto de entrar, a punto de llegar, a punto de conseguir esos cinco que faltan para el peso. Siempre ahí apunto de… golpeando las puertas del cielo, tratando de recuperar ese paraíso perdido, queriendo siempre llegar a la felicidad. Vivimos en las puertas del paraíso y créanme, que si cruzan esa puerta todo se termina. Porque esa felicidad, supuesta, ese cielo, ese paraíso, es que nada falte ¿pero qué pasa? Siempre falta algo. Y está muy bien que sea así, porque eso que nos falta es lo que nos mantiene vivos. La felicidad no es tenerlo todo, la felicidad son esos momentos lindos, fugaces, esos chubasquitos de éxtasis que ocurren muy de cuando en cuando, mientras uno sigue buscando ese algo que falta. Amigos míos, si vivimos siempre amargados buscando eso que nos falta vamos a estar siempre ante las puertas del cielo, siempre mirando la fiesta desde afuera. Acá un amigo mío me ayudó, a encontrar esos chubasquitos de felicidad. Asi que mis amores, a todos los que están ahí escuchando, golpeando las puertas del cielo, les comento que la fiesta está en otro lado. Yo creo que si estamos todos juntos va a estar buena. La amargura de buscar la felicidad y no encontrarla, de estar en las puertas del paraíso y no poder entrar. Esa amargura nos hace perder de la fiesta, de la fiesta de estar vivos. Asi que, deja de pensar tanto en la felicidad y el paraíso, mejor sumate que está buena.

Primavera


Siempre me fascinó el mito de Perséfone, esa princesa raptada por el Dios del reino subterráneo. Mientras Perséfone está con él bajo tierra en la superficie es invierno, cuando ella vuelve a la superficie todo renace. Es la primavera. Siempre me sentí como Perséfone, atrapada, secuestrada en el inframundo, cautiva de un Dios tirano pero muy seductor. Sabiendo que arriba había un mundo mejor, un mundo mucho más agradable, más feliz, un mundo que además me necesitaba. Un mundo donde el amor y la ternura eran posibles, un mundo más cálido que el frio subterráneo. Es hora de terminar con el invierno, hay que darle paso a la primavera. Es hora de dejar que todo florezca. Es hora de dejar que la vida, que estaba escondida esperando que pase el invierno, pueda surgir con toda su fuerza vital. Es tiempo de salir de la oscuridad subterránea a la luz de la superficie, es tiempo de renacer. Como la primavera, renovarse, volver a nacer, salir del capullo, abrir los pétalos, asomar al sol, que el calor te tome el cuerpo, el alma. Calzarse las sandalias, volver a los colores, estremecerse con las flores silvestres, mirar admirado una rosa fresca, es tiempo de dejar los abrigos, de guardar el invierno, de olvidar las flores marchitas. El invierno es poderoso, un asesino letal. Pero la primavera es rebelde, es revolución, es fuerza vital que se abre paso a las fuerzas. El invierno es acción, pero la primavera es reacción. Para que llegue la primavera primero hay que atravesar el invierno. Para renacer primero hay que morir.

¿Que se siente?


Cuando haces el amor ¿Qué se siente? Cuando estás ahí, ahí apunto de meter el gol de tu vida ¿Qué se siente? Cuando estás ahí con una “nami”, apunto de meter el gol de tu vida ¿Qué se siente? ¿Qué se siente cuando sentís que una “nami” se enamora de vos? Cuando te desinflan los cachetes de un “sobe” con ganas ¿Qué se siente? ¿Qué se siente cuando sufrís por amor? Cuando te enamoras ¿Cómo sabes que es para toda la vida? ¿Qué se siente cuando amas posta? ¿Qué se siente cuando te traicionan? ¿Qué se siente cuando te usan? ¿Qué se siente cuando se siente dolor? ¿Qué se siente cuando te rompen el corazón? ¿Qué se siente cuando le rompes el corazón a alguien? ¿Qué se siente cuando una historia termina? ¿Cuándo te das cuenta que un amor es posta? ¿Qué es lo que se siente? Cuando estás enamorado y te mienten ¿Qué se siente? ¿Qué se siente cuando sabes que no sentís? ¿Qué se siente cuando sentís? Cuando vos sentís algo ¿Qué es lo que sentís? ¿Qué son los sentimientos? Los sentimientos son reacciones físicas y químicas de lo que vos pensás. En un ataque de pánico vos pensás que te estás muriendo, entonces tu cuerpo reacciona a eso. Deberíamos preocuparnos más por lo que pensamos en vez de por lo que sentimos. Nuestras emociones están hechas de lo que pensamos de nosotros mismos y de la vida. Dos personas ante la misma situación sienten y reaccionan diferente ¿por qué? Porque piensan diferente. Uno no puede elegir que sentir, pero si puede elegir que pensar. Y depende de lo que elijas pensar, lo que vas a sentir. Cuanto más simples son tus pensamientos, más simples son tus sentimientos.

Tratame suavemente


Nos creemos fuertes, de acero, imbatibles, pero en realidad somos tiernas criaturitas del señor. Solo necesitamos que nos traten bien. Para tratar bien a alguien hay que verlo, pensar menos en uno y más en los demás. ¿Cómo vamos a tratar bien si vivimos viéndonos el ombligo? ¿Cómo vamos a tratar bien si nos maltratan? ¿Cómo vamos a cuidar a los demás si nos descuidamos?

martes, 29 de septiembre de 2009

La clandestinidad


Hay que sacarse la careta, salir del encierro, de lo clandestino, como si eso fuera lo prohibido. Lo prohibido, lo clandestino, es una olla a presión. Cuando llega a su punto te explota en la cara, te salpica, te moja, te sorprende.
Te toma, te aborda, te arrebata… así lo niegues, eso que mantenemos en la sombra, clandestino, tarde o temprano reclama su lugar.
La leña que se moja pero que no se consume sigue chispeando, eso es la clandestinidad. Porque la clandestinidad tarde o temprano prende, renace de las cenizas, te quema.
Finalmente lo clandestino sale a la luz, abandona las sombras, la oscuridad, para luchar por lo que quiere. Desafía al deber ser, a lo prohibido. Y ya sin esconderse, sin ocultarse, lucha a cielo abierto.

viernes, 18 de septiembre de 2009

La verdadera naturaleza del amor


¿Cómo es el amor? ¿Es complicado el amor? ¿El amor es caprichoso? ¿El amor es cruel, es egoísta? ¿El amor es injusto? ¿El amor es posesivo y celoso? ¿El amor es a destiempo? ¿El amor es angustia todos los días? ¿El amor es un desencuentro permanente? ¿El amor es traicionero? ¿El amor duele? ¿El amor desilusiona? ¿El amor es soledad? ¿El amor va y viene? ¿Cuál es la verdadera naturaleza del amor? Todos nos preocupamos porque nos amen. Fundimos biela, carburadores, hacemos cualquier cosa con tal de que nos amen. ¿Pero es más importante ser amado que amar? El gil, como decimos todos, que ama ¿no es más feliz que el perno que solo quiere que lo amen? Si se ensucia el carburador el que ama le mete igual, contra viento y marea, cueste lo que cueste, lo que quiere es amar. Cuando un fratacho ama le importa más el otro que él mismo. Cuando amas haces cualquier sacrificio por el otro, nada te hace más feliz que ver al otro feliz y nada te hace más triste que ver al otro triste. Cuando amas, amas hasta el punto de renunciar a tu amor, por tu amor ¿y cuál de nosotras haría algo así? No, porque nada nos alcanza, queremos que ellos renuncien a todo, que se sacrifiquen, que sean héroes para nosotras, y si no es así ¿significa que no nos aman? ¿Se dan cuenta? Nada nos alcanza. Porque el que ama, ama. Ama lo que le gusta, lo que no le gusta, lo que nunca le va a gustar. El que ama no es un perno quisquilloso como somos todos que siempre estamos ahí buscándole el pelo al huevo, la fallita para decir “ves, no me amas tanto como me decís, no me amas como me merezco, no me amas hasta el infinito”. El amor es entregarse, es que el otro sea más importante que vos. Uno no encuentra el amor, el amor te encuentra, y cuando te encuentra te arrasa, te da vueltas, te vuelve de aire, y lo único que te importa es amar, amar de frente, sin razones, sin especulaciones, amar y solo amar porque esa es la verdadera naturaleza del amor.

La ceguera

Cuando sentís lo que el otro siente, no necesitás ver, porque uno ve con los ojos, pero también puede hacerlo con las manos y con el corazón…
Solamente se trata de ponerse en el lugar del otro y entender…
Porque lo esencial es invisible a los ojos, y porque mirar al otro, es un acto de amor…
¿Mirar es lo mismo que ver?
¿Poder mirar es lo mismo que poder ver?
Poder mirar es ir de frente.
Poder ver lo que todos los demás ven.
Veo lo que todos los demás no ven.
Ver tu propio ombligo y más allá de tu ombligo.
Todos los días sufro por lo que no puedo ver.
Todos los días sufro por lo que veo. Si se puede mirar sin ver…
Entonces ¿Qué es la ceguera?
Cuando sentís lo que el otro siente no necesitás ver.
Como poder ver una cara triste y no sentirse tristes. Como poder ver unas lágrimas sin llorar.
Y ahora que no puedo ver empecé a ver. Y veo todo lo que miramos para no ver lo importante.
Uno ve con los ojos, pero también se puede ver con las manos, con la nariz, con los oídos. Para no ver hay que desconectarse, aislarse.
Todos solos, no ven, no escuchan, no huelen.
“Lo esencial es invisible a los ojos” es mucho pero mucho más que una frase hecha.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Sentir con el otro lo que el otro siente…
Eso nos hace más buenos…
Eso nos hace amar y ser amados.
Sin eso estamos solos.
Porque ver al otro es un acto fisiológico, pero mirar al otro es un acto de amor.
No alcanza mirar para ver, ni ver para sentir… porque no sentir es la verdadera ceguera.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Heridas de guerra


Por qué nos lastimamos? Por qué nos herimos? Hay heridas que se curan, que se borran, se van… Y hay otras que quedan, y permanecen dentro nuestro… Son heridas profundas, difíciles de cerrar. Esas heridas, esos dolores profundos nos marcaron, nos cambiaron, nos resintieron. Están ciegos, enceguecidos por sus egoísmos, no pueden ver más allá, ni siquiera pueden ver lo que les pasa al lado. Perdieron la capacidad de sentir, el sentido del grupo, de la amistad, del amor… traiciones, celos, envidias, egoísmos. Tan concentrados en ustedes mismos y sus miserias que no pueden ver que son ustedes mismos los que se están lastimando, produciéndose heridas unos a otros.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

En busca del tiempo perdido


Una imagen, un olor, un sonido, nos traen una vivencia que sigue viva, latiendo. Va más allá de que uno quiera o no, ese recuerdo vuelve sin permiso, sin ser llamado.
¿Por qué algo que queremos sepultar, olvidar, se nos cuela por los sentidos y vuelve tan vivo como siempre? Porque algo nos dice, algo nos reclama. Algo late en esa imagen, en ese aroma, en esa música, algo nos susurra, es un tiempo perdido que vuelve para ser recuperado.
Esas evocaciones, esos recuerdos súbitos son señales que nos sirven de guía, porque cuando escuchás una canción que te hace acordar a otra época y sentís nostalgia, quiere decir que algo de lo que vos eras quiere volver, quiere seguir vivo.
Casi todos los días tenemos esas imágenes, esos olores, esos sonidos que nos transportan al pasado, pero los ignoramos. Pero si en lugar de ignorarlos nos detuviéramos a entender el mensaje que nos traen, entenderíamos mucho mas de nosotros. Y de a poco, tirando de esa punta del ovillo, guiados por ese recuerdo, llegamos a la otra punta, a esa palabra que siempre estuvo ahí y que vuelve, irrumpe, ni golpea la puerta, nos viene a reclamar porque quiere ser dicha.
Es un tiempo perdido que entra por los sentidos, que irrumpe de golpe, pasado que se hace presente porque no puede esperar más.
Un tiempo perdido que quiere renacer. Un tiempo perdido que quiere ser rencontrado. Porque cuando recobramos ese tiempo perdido algo renace en nosotros y volvemos a sentirnos vivos, volvemos a ser nosotros mismos. Recuperando el tiempo perdido nos reinventamos una y otra vez .
Cuando algo se nos hace presente una y otra vez señala algo simple, nunca se fue. Porque en nuestro corazón limón no es limón, limón es hija. Una canción no es canción, es deseo de amar. Pasado no es pasado, es tiempo perdido que quiere ser recobrado.

martes, 8 de septiembre de 2009

Generacion desencantada


Si no podemos encantarlos con la vida estamos fracasando.
La vida no perdió su encanto. Fuimos nosotros los que perdimos el gusto por la vida.
Perdimos la inocencia, la capacidad de asombro, la fe en el futuro. Perdimos la iniciativa, el hambre de progreso, las ganas de cambiar lo que hay que cambiar.
El desencanto es la mejor arma de los más corruptos, de los villanos de la historia. El desencanto nos aísla, nos encierra, nos separa, nos vacía de sueños.
Una generación desencantada es una generación de muertos en vida. Una generación desencantada no se siente útil, siente que al mundo, a la historia, le da lo mismo que ella exista o no. Una generación desencantada se siente sola. Una generación desencantada pide a gritos un milagro, algo que les devuelva la fe en la magia.
Para volver a encantarse, para volver a creer en la magia, esa generación debe saber que no está sola. Debe saber que es necesaria, importante y decisiva para otras generaciones pasadas y futuras. Debe saber que lo que encanta de la vida no es el mundo que se recibió sino el que podemos dejar.
Para encantarse con la vida una generación necesita rebelarse, el desencanto se contagia fácil, pero el encanto es un trabajo de hormiga. El encanto nos necesita a todos haciendo lo que amamos y amando lo que hacemos.
Porque es mentira que las cosas son como son, las cosas son como dejamos que sean. El mundo cambia cuando nosotros cambiamos, y para eso hay que creer que el cambio es posible, es un acto de fe. Un acto de valentía, un acto de compromiso, un acto de amor.
Te pueden decir que no se puede, te pueden decir que no, una y otra vez no, que esto es lo que hay y que más allá de esto no hay nada, solo un triste desencanto, y que vos no podes hacer nada, que hagas lo que hagas no va a cambiar nada. Es mentira, es falso.
Más allá del desencanto está tu vida, tus sueños, y si vos no los haces realidad alguien los vive por vos, alguien se adueña de tus sueños, de tu vida.
Mientras caen bombas que confirman que nada tiene sentido, mientras bombardean a una generación desencantada, acá hay otra generación, encantada con la vida, y con la realización de sus sueños.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Las chicas sin suerte



Qué es la suerte? Todos tenemos suerte? O sólo algunos? De qué depende la suerte? Se busca? Viene sola? La atraemos? Nacemos con suerte?Las chicas sin suerte siempre somos espectadoras, nunca protagonistas. Pero se espectador o protagonista depende solo de una decisión. A las chicas sin suerte nunca nos dan un protagónico, siempre somos nosotras las que tenemos que ir, pararnos en el centro del escenario, debajo de la luz, y decir “acá estoy”. Las chicas sin suerte vivimos lamentándonos por lo que nos tocó en suerte. Pero cuando nos revelamos, cuando agarramos el toro por las astas, algo empieza a cambiar. Lac chicas sin suerte creemos que somos como una balsa en el mar, a la deriva. Pero podemos nadar, podemos patalear, remar… está bien, tenemos que remar mucho, sí, pero remado llegamos a donde nosotros queremos, no a donde el mar nos lleva. Ya no necesitamos la suerte, porque la suerte la hacemos nosotras. Las chicas sin suerte nunca somos amadas. Y como no somos amadas las chicas sin suerte tenemos que hacer algo para que nos amen. Para las chicas sin suerte ser amadas es un trabajo, un esfuerzo. La suerte de la fea la linda la desea. Pero la fea no tiene suerte, tiene actitud, ella sabe hacer su propia suerte. Porque es así, los que no tenemos suerte tenemos que ser prepotentes, estirar la mano y agarrar lo que la vida nos mezquina.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Efecto Mariposa


Cuando escribís en una computadora y te equivocas es fácil, haces clic en “deshacer”, corregís y seguís, pero en la vida es un poco más complicado. Nos encantaría que existiera un botón para deshacer nuestros errores, sería más fácil. Un descuido, un error, un desliz y todo cambia, ya no podes hacer borrón y cuenta nueva. Pero si existiera una forma de volver atrás y corregir lo que hicimos mal ¿no lo harías? Vivimos a mil y no le damos importancia a los detalles, a los cambios sutiles, cotidianos, y ese detalle mínimo nos pueda cambiar la vida. Una palabra no dicha a tiempo, un gesto a destiempo y lo que era la solución a nuestros problemas, pasa a ser un problema. Creemos que las grandes tragedias son las causadas por grandes errores, pero a veces un detalle, algo que no debería ser dicho, es el aleteo de la mariposa que desata la tormenta, y una vez desatada la tormenta uno quisiera volver el tiempo atrás, a esa palabra no dicha, a ese gesto que no se hizo. A veces, por más que uno sepa que fue lo que desato la tormenta y sepa como rebobinar la película, no puede volver atrás, no puede volver a frenar el efecto mariposa. En cualquier sistema, por definición, siempre se comete un error, pequeño, insignificante, pero siempre ay una falla. Causa y efecto. Un pequeño error que produce grandes cambios, una mariposa que produce un huracán. Detalles, pequeñas fallas, descuidos que escapan de nuestro control. Eso nos dice el efecto mariposa, no podemos controlar todo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

El sacrificio de un heroe



En toda historia hay un héroe y un villano. El héroe o la heroína encarnan los valores más elevados, la valentía, el arrojo, la justicia.
El héroe lucha por llegar a la verdad y no quiere nada para sí, lo hace por los demás.
Al héroe se le exige que sea perfecto, sin fallas, porque las fallas lo convierten en un hombre común, y un héroe no es un hombre común.
Un héroe nunca se debe rendir, debe estar preparado para afrontar cualquier peligro, cualquier decepción, cualquier derrota, pero un héroe nunca puede abandonar su lucha. El héroe pelea hasta el final, y de ser necesario el héroe debe sacrificarse.
El héroe tiene que estar dispuesto a perder su propia vida para poder salvar la vida de los demás. Ponerse en el lugar del otro, sentir lo que siente, sacrificarse por el otro, eso hace un héroe.
Nadie elige ser héroe, la vida, el azar, Dios, el destino, nos ponen en ese camino, un camino de entrega, un amor superior, un camino de sacrificios. Algunos toman un atajo, otros se hacen cargo del desafío, y eso ya distingue a un héroe.
Todos queremos sobrevivir, pero pocos dan su vida por la de los otros. En esa hazaña está el sacrificio. En ese sacrificio está el camino del héroe. El héroe sacrifica la vida por el otro, porque sabe que sin el otro su vida no vale nada.
Pero el valor del héroe no está en la hazaña que realiza, sino en el sentimiento que lo moviliza. El héroe se sacrifica por amor. Por amor el héroe transita su camino, y quiera o no se hará cargo de su destino, porque lo sepa o no él ya eligió y fue elegido para ese camino… sacrificarse por amor.

El destino



Hay elecciones. Hay caminos. Hay instintos. Podes seguirlos o podes cambiarlos.
Así es el destino. Nos deja hacer sin preocuparse por lo que hacemos, por lo que sabemos, pero lo sabe, él lo sabe.
Creemos que elegimos todo el tiempo. Nos enojamos con el destino, lo maldecimos, lo culpamos por nuestros errores. Estamos en un camino lleno de piedras y estamos para fallar, para equivocarnos, pero al final tendremos que comprender. A veces huyendo del destino vamos hacia él.
¿Qué es el destino? ¿Hay que aceptarlo? ¿Estamos destinados? ¿O es la consecuencia de nuestras decisiones y errores? Si avanzamos o retrocedemos, si amamos, si odiamos, si nos hundimos en la guerra, o nos salvamos en la Paz.
Creo que así se va haciendo eso que nos gusta llamar destino.

Amor Pirata



Amores clandestinos, secretos, amores reprimidos, prohibidos, amores furtivos, pasionales, amores tormentosos. Un amor clandestino es un escape constante, es incomodidad, adrenalina, tensión. Es ojos que no ven pero corazón que presiente, es un momento privado, inconfesable. ¿Quién no tuvo un amor secreto, clandestino?¿A quién no lo enciende un amor pirata? Mi amor es un amor pirata, así como un parasito que se alimenta de chocolates y de llanto y de soledad pero sin besos ni palabras ni nada. Cuando amamos, el corazón del otro es un tesoro, y cual piratas queremos arrebatar ese tesoro sin importar si tiene dueño o no.
Nos atrae el amor clandestino, secreto, porque el amor cómplice se hace más fuerte, más nuestro y solo nuestro. La complicidad es un guiño, una aventura, y al amor le encanta la aventura.
En el secreto cómplice hay libertad, porque escapamos de la mirada de los demás y nos permitimos ser libres, rebeldes, aventureros como los piratas. El amor secreto es mágico, cuando deja de ser secreto se vuelve real, y el amor real es un poco más complicado. El amor pirata no conoce el miedo, aborda, conquista, arrebata y roba. Y a veces paga las consecuencias. Un amor pirata es un amor que no puede ser y es por eso que nos atrae tanto.