domingo, 8 de noviembre de 2009

Simon dice

Sartre decía que queramos o no siempre elegimos, incluso cuando hacemos lo que otros nos dicen que hagamos nosotros elegimos hacer eso. Sos vos, siempre sos vos el que elige, aunque hayas acatado ordenes de otro como un robot sos vos el que elige acatar esas órdenes. Quieras o no siempre elegís. Es muy fácil excusarse diciendo “yo hice esto por esto o por lo otro”. Si vos lo hiciste fue porque quisiste porque fue tu decisión. Es como en el juego Simon Dice, Simon te dice que hagas esto o lo otro, ahora si vos lo haces fue por decisión tuya porque vos lo elegiste. Incluso cuando no sabemos que elegir ya elegimos. ¿Viste cuando uno va a pedirle un consejo a un amigo sobre algo? En realidad, en el fondo, uno espera que ese amigo le diga tal cosa porque vos ya elegiste. Lo único que vos queres es que tu amigo te diga que no elegiste mal. Es así, te podes pasar la vida echándole la culpa a los demás, diciendo “yo hice lo que Simon me dijo que hiciera”. Hasta el soldado que mata por orden de su jefe decide, porque él decide hacerle caso. Ni siquiera cuando nos obligan a algo dejamos de elegir. Porque nadie más que vos elige, siempre, en todo momento, decidir es algo intransferible y solitario, y eso angustia. Angustia porque sabés que tu decisión va a tener consecuencias, pero es tu decisión, aunque Simon diga lo que diga, es tu decisión.

Frágil


Todo lo valioso en la vida es frágil, por eso es valioso. La vida es una galería llena de cristales y uno pasa por ella intentando ser un gato, hábil, sigiloso, para que nada se rompa porque vale. Nuestro cuerpo es frágil. Nuestro corazón es frágil. Nuestra felicidad también es frágil. Es un juego de equilibrista. Es caminar sobre la cuerda sin red sabiendo que un frágil movimiento los hace caer al vacío. ¿Por qué seres tan frágiles nos creemos invencibles? La vida es valiosa porque es frágil. No lo entendía mi viejo, le sonaba contradictorio. Un mal movimiento o un golpecito y el cristal se resquebraja, y nos corta en mil pedazos. Una mirada, una palabra, un gesto, una noticia nos recuerda lo frágiles que somos. Creemos que dureza es lo opuesto a fragilidad, pero la fuerza no está en la dureza sino en la fragilidad. Amás y al rato odiás. ¿Por qué un vínculo o un sentimiento puede ser tan frágil? Porque es débil o porque somos demasiado rígidos. Creemos que tenemos que mostrarnos fuertes como una roca, invencibles, solidos como un rascacielos. Pero los rascacielos se construyen con metros de oscilación para que se puedan mover y no sean rígidos. Porque un rascacielos rígido al más mínimo viento se derrumba.

Dejame llorar


Debes llorar todo ese dolor, llorar la tristeza, llorar las tragedias, llorarlo todo. Llorar todo el dolor, sacarlo, porque ocupa un lugar de la alegría, del amor. Cuando lloras no solo lloras el dolor, también lloras el odio, el resentimiento, la frustración, te vacías de todo eso. Cuando lloras riegas, y tal vez algo florezca. Porque cada lágrima trae una enseñanza, cada lágrima es una parte de ti que muere, cada lagrima es algo de ti que quiere renacer. Y una vez que lo hayas llorado todo, toda la tristeza, la soledad, comprenderás que las cosas simplemente son como son, y no por eso han de ser malas. Las cosas son como son, bellas, duras, inexplicables, complicadas. Hay de todo en la vida, obstáculos, alegría, sin sabores… llora mucho, pero luego ríe, porque eso hacen las esperanzas, lloran todo lo que esperan pero ríen sabiendo lo que vendrá.

lunes, 26 de octubre de 2009

La fe


La falta de fe es falta de luz, porque la fe es creer en algo aunque no lo podamos ver. Perder la fe es estar convencidos de que eso que no está no va a estar nunca. La fe es una conquista que se pone a prueba todos los días. El que pierde la fe puede perder un juego, aunque lo esté ganando. Si uno pierde la fe se entrega a la muerte. Dicen que la fe mueve montañas, pero una montaña de fe mueve mucho más. Si vos crees en algo, por más que todos te digan que estás loco, no dudes, tenete fe. No hay nada peor que darse por vencido, aún cuando veas todo negro, cuando no veas la salida, cuando creas que no vale la pena seguir creyendo en eso que creías. Seguí, cerrá los ojos bien fuerte y tene fe. Porque el secreto no es una pluma o la magia, el secreto es la fe, fe en la magia. La fe en que tu suerte puede cambiar. La vida va a poner tu fe a prueba una y mil veces, solo depende de cuanta fe tengas en lo que querés, de cuanta fe tengas en vos, de cuanta fe tengas en la vida. Murphy dice que los sucesos fortuitos tienden a suceder todos juntos. Yo prefiero creer que es una cuestión de fe.

La vida que imagine


Cuando sos chicos soñas con lo que vas a ser cuando seas grande, y si te dejan soñar soñas en grande. De grande medís tu vida como un parámetro ¿es mejor o peor de lo que imaginaste? Si soñaste mucho con la vida que querías sabés muy bien lo que querés, y también sabes muy bien lo que no querés, lo que no cuaja con lo que soñaste para vos. Muchos juegos de niños son ensayos para la vida futura. Al imaginar nuestra vida nos convertimos en un personaje de nuestra propia novela. Perseguimos siempre esa vida que imaginamos. ¿Pero cómo se hace para vivir si sabés que la vida que imaginaste nunca se va a concretar? Lo que nos sostiene son los sueños ¿pero cómo haces cuando entendés que eso es imposible? ¿Hay que conformarse con la vida que nos toca? Hacemos lo imposible por ajustar la vida a lo que imaginamos. Ya la vida se resiste, se revela nuestra idea de cómo debe ser. El problema de los sueños es que a veces se convierten en caprichos, querés esa felicidad que soñaste o nada. Cuanto más frondosa es nuestra imaginación, más grande es la decepción. Cualquier detalle distinto a lo que imaginás arruina la felicidad. Duele mucho la realidad cuando sos un soñador. A veces uno cree que lo que duele es la realidad pero lo que duele es el ideal. La vida que imaginás puede ser un sueño, pero también puede convertirse en una cárcel. Imaginar tu vida ideal está bueno, pero que la vida imagine por vos es mucho mejor. A veces hay que dejarse sorprender. La obsesión por el ideal te puede hacer perder de vista lo real, lo verdadero, lo que necesitás, nada está a la altura de un ideal. Si querés concretar tus sueños lo mejor es empezar por matar al ideal. Ojo, no me estoy refiriendo a matar los ideales, sino que hay veces que uno se imagina su vida como si fuera una película, una epopeya heroica, y es muy difícil estar a la altura de ese ideal. El ideal es una luz muy brillante, muy brillante, tanto que puede terminar opacando la realidad. Podés sufrir toda la vida por ese ideal, hermosos, puro, brillante, pero lejano y cada vez más lejano. Hay que poder distinguir los sueños del ideal. Los sueños son pequeñas excusas que nos ayudan a crecer. El ideal es una gran mole de oro que nos paraliza. En cambio la realidad es frágil, endeble, imperfecta, pero verdadera. Porque al final del camino uno puede contar la vida que vivió, no la que imaginó. Entonces mejor que imaginar la vida es vivirla.

Una clase de magia

Magia viene del latín, que a su vez viene del griego, y que significa ser capaz. Ser capaz significa poder desafiar las leyes de la naturaleza y eventualmente vencerlas. Porque quizás ustedes pensaran que el pañuelo puede aparecer de adentro de la manga, o la flor de una manera probable, pero si yo por ejemplo quisiera hacer aparecer una paloma… Como ven yo tengo el poder de lograr lo imposible. Un buen mago tiene la capacidad de hacer creer a la gente que tiene ese poder. Ahora, un mago de verdad es el que cree verdaderamente en la ilusión. No solamente puede hacer ilusionar a los demás sino que él vive esa ilusión cada uno de los días de su vida. Magia es poder ver un mundo que está más allá de lo que ven los ojos. El que no cree en la magia nunca la va a encontrar, nunca podrá ver lo que no se ve a simple vista. Para que exista la magia primero hay que creer. Magia es crear algo donde antes no había nada. Por ejemplo hay un hombre, una mujer, se enamoran y de ese amor nace un ser humano. La pregunta es ¿Alguien de ustedes ha podido ver lo que sucede dentro de un cuerpo humano respondiendo a esas leyes biológicas? ¿Alguien pudo ver que es lo que pasa con esa primera célula que ya tiene vida y que se va a transformar pronto en un ser humano? Nadie. Y sin embargo todos creemos en esos milagros que nos suceden de forma cotidiana como si fueran la cosa más común del mundo. Donde antes no había nada, ahora hay vida. Magia es creer que donde no hay nada podrá haber algo. Nada por aquí y nada por allá, y de repente aparece algo como el amor ¿o el amor no es magia? Los efectos del amor son hormonales, pero yo pregunto por la causa ¿Cómo se puede explicar que donde no había nada aparezca el amor? El amor es encuentro, es una mirada, una caricia, un gesto, es mirar por primera vez a los ojos a alguien o ver por primera vez a alguien que ya conocíamos, y de repente abracadabra, aparece el amor. Millones de cosas mágicas suceden todos los días a nuestro alrededor, solamente para aquellos que pueden verlas. Solo los que pueden ven la magia. Los que no pueden recurren a la ciencia. La magia es una manera de ver la realidad. Simplemente un punto de vista. Uno puede elegir entre ver algo como mágico o buscar una explicación racional, la diferencia es que si le buscamos una explicación racional nos quedamos presos de las leyes de la naturaleza. Yo considero que si crees en la magia vas a poder cumplir tus deseos.

Sobre como no perder la esperanza


La esperanza no es soñar con lo posible, sino con lo imposible. El que tiene esperanza corre el riesgo de que eso que espera nunca llegue. La esperanza es prima hermana de la utopía. Es un brote verde en el desierto. Ahí donde todo está perdido, donde solo hay desconsuelo, desolación, vacío, donde solo hay restos de un pasado que nunca va a volver. Ahí también hay esperanza, porque la esperanza es lo que queda cuando ya no queda nada. La esperanza está hecha de futuro. La esperanza es la que nos va a mantener vivos cuando ya no queden razones para vivir. Por eso es tan importante conservar la esperanza. Yo quiero lo que quiero y no paro hasta lograrlo. Y si no logro mala suerte, el no ya lo tengo. ¿Ahora si lo logro? ¿Si lo logro qué? Para mi querer algo es como, viste cuando uno está en un desierto que lo único que quiere es agua porque se está muriendo de sed. Bueno, y esa esperanza de encontrar el agua es lo que te mantiene vivo, lo que te da ganas de seguir. En cambio si no tenes esa esperanza, te morís muerto. La esperanza, es tener fe en que existen los oasis. La esperanza se conserva con paciencia sabiendo que todo llega, en su momento. La esperanza se conserva con fe, fe en uno mismo y en la vida. La esperanza se conserva con templanza. La templanza es lo contrario a la desesperación, es saber esperar, con tranquilidad, con moderación. La esperanza se conserva usando la razón por sobre todas las pasiones. La esperanza se conserva con ilusión y con fe, con mucha fe en que la vida te va a tirar ese centro que tanto necesitamos para meter el gol.